GALLOS DE PELEA -GALLOS FINOS



GALLOS DE PELEAS - GALLOS FINOS 

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Los llamados gallos de pelea, de combate o de lidia pertenecen a un grupo de razas o tipos raciales de pollos domésticos (Gallus gallus domesticus) que se caracterizan por tener un comportamiento sumamente agresivo y se crían extensivamente con el objetivo de enfrentar los machos entre sí a manera de diversión y entretenimiento para quienes gustan de este tipo de espectáculos.
La agresividad se manifiesta tanto en las hembras como en los machos desde edades tempranas y a los pocos meses de vida resulta indispensable separar los machos unos de los otros para evitar que se peleen, ya que no se toleran compartiendo un mismo espacio.
Un factor importante en relación con este comportamiento es el estacional. Cuando los gallos están pasando por la muda anual del plumaje reducen significativamente su agresividad y tienden a rehusar la pelea.
Lo que mejor distingue a los gallos de pelea de las demás razas de pollos domésticos es su comportamiento. Los gallos de pelea tienen altamente desarrollado el sentido de la territorialidad y consideran como rivales a todos aquellos que transgredan los límites de su territorio.
En la mayoría de las especies animales polígamas de la naturaleza, son los machos los que luchan entre sí, pero la mayor parte de las peleas tienen mucho de bravuconería o de amenaza. El efecto que se busca con ellas es solamente echar del lugar al intruso. Los machos que luchan fuera de su territorio huyen más fácilmente que cuando se encuentran en el suyo.​
En este aspecto, la actitud de los gallos de pelea es diferente, porque en franca renuncia al instinto de supervivencia, estos pueden mantener su disposición combativa por tiempo indefinido, continuando a menudo la pelea hasta la muerte de uno de los contendientes. Los admiradores de estos gallos asocian esta actitud con la virtud humana del coraje o la valentía.
Esto último define otra característica de los gallos de pelea que se conoce por "ley", "finura" o "casta".
La ley, finura o casta es una de las cualidades más apreciadas por los criadores de gallos de pelea. Es tradición gallera sacrificar familias enteras de gallos y gallinas cuando alguno de sus hijos ha rehusado el combate con unas pocas heridas, o sin haber sido herido siquiera.​
Las gallinas madres suelen ser las más culpadas de este "defecto" porque la tradición les atribuye un papel principal en la herencia de este carácter. Uno de los adagios de los criadores de gallos del estado de Campeche, México, dice así: "Las gallinas dan la ley, los gallos la espuela", queriendo expresar con esto que las hembras transmiten a sus hijos la bravura y el gallo la habilidad para golpear o herir.​ Pero no existe evidencia documental que avale esta creencia tan arraigada entre los criadores.
Los criadores suelen basar la selección de las hembras reproductoras casi exclusivamente en este carácter. Si un gallo abandona la pelea, su madre va "a la cazuela", pero si un padre ha tenido varios hijos ganadores de peleas continúa como reproductor a menos que el hecho se repita con hijos de otras gallinas.​
Aunque los machos se suelen comprar y vender en el mercadeo de gallos de pelea, la tradición con las hembras es totalmente diferente: Las gallinas no se venden ni se compran. Las hembras sólo se pasan de un criador a otro mediante regalo o préstamo y sólo así pueden obtenerse polluelos hembras de esa gallina. Una gallina madre de gallos probados en la pelea se considera una gallina "probada" y constituye un regalo muy preciado entre los criadores.
Debido a los muchos cruzamientos entre gallos y gallinas reproductoras y al celo y la discreción de los criadores, a veces resulta imposible distinguir la procedencia racial de las aves. No obstante pueden distinguirse algunas razas o tipos raciales que han dado origen en su conjunto a los gallos de pelea actuales.


ESTILOS DE PELEAS 

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Cada gallo tiene su modo de pelea particular por lo que se conoce una gran variedad de estilos. No obstante, pueden reconocerse varios estilos o modos de pelea básicos que ya viene grabado en su código genético. Existían dos líneas de aves: los Ratitae, (corredoras) y los Karinatae (voladoras).
Es el único animal en toda la naturaleza que tiene un arma para luchar, el espolón, y quedó grabado en su genética como luchador. Otros animales en la naturales tienen armas pero no para luchar, sino para alimentarse (cazar, buscar, escarbar, etc) y defenderse o defender su territorio y sus congéneres, en cambio el gallo de pelea lucha hasta morir sin importar si es para defender o alimentarse, simplemente lucha cuando tiene a otro gallo al frente.
Los gallos se castan de acuerdo al estilo de lucha, y a su temperamento o carácter, para las exhibiciones se cría de acuerdo al tipo, o tipologia de la raza, es decir la complexión física. Los estilos de lucha son de acuerdo a la raza que los originó, actualmente la mayoría de los gallos que se pelean son mestizos, llevan sangre de varias razas de gallos para combinar estilos de lucha, de acuerdo al arma que llevan (actualmente ya no luchan con arma natural), se fabrican armas de varios materiales y se les colocan en vez de el arma natural que la naturaleza les dio.
Atendiendo a la altura de la mayoría las picadas para sujetar al contrario los estilos suelen definirse como: Por arriba o montado, por el medio o por debajo. La sujeción del contrario es importante para poder asestar las heridas más efectivas, por esto se prefieren los gallos que sujetan al contrario por encima, por la cabeza, pero que también sepan sujetar al contrario por el pescuezo o por el buche en caso de quedar ciegos durante la pelea, o si no pueden sujetar al contrario al menos lo rebatan.
Atendiendo al movimiento en torno al contrario se distinguen algunos gallos llamados corredores. Los corredores son aquellos que a intervalos se separan del contrario y corren a su alrededor para descansar de la pelea por unos segundos, retornando al combate sin previo aviso. Muchos gallos corredores resultan ganadores, pero cuando las peleas por reglamento son de corta duración este estilo puede resultar desventajoso porque los gallos corredores tienden a alargar la duración de las peleas.​
Atendiendo al modo de entrar en contacto con el contrario algunos gallos se conocen como empujadores. Los gallos empujadores literalmente empujan con el pecho al contrario sacándolo de equilibrio. Este es un estilo típico de las razas orientales como Shamo o Asil y que se trasmite a su descendencia.
Actualmente y refiriéndonos exclusivamente a las razas que son utilizadas en combates con navaja cortante de una pulgada y mayores lo que se busca en la progenie es justamente que no sea necesario asegurar al rival con el pico de ningún sitio (cabeza o cuello) ya que esto lo haría verse en desventaja ante un rival que inicia su combate únicamente con las patas, las cuales se encuentran armadas con la navaja mencionada y no con el pico; lo cual seria sumamente perjudicial ya que esta ave al buscar el picotazo para asegurar se encontraría directamente con el arma del contrario y perdería el combate en ese intento.

ESTILOS DE CRESTAS DE GALLOS 





Los gallos de pelea suelen exhibir algunos tipos de crestas que ya no se observan en la mayoría de las razas comerciales productoras de carne y huevos. La práctica de preparación de los gallos de pelea incluye la mutilación de las crestas y las barbillas a los cinco o seis meses de edad, para evitar que estos apéndices sirvan de presa al adversario (Castelló). Pero se suele tener la precaución de dejar la parte anterior intacta para poder seguir reconociendo el tipo de cresta original de cada gallo. A pesar de esta precaución, los poco conocedores de la actividad encuentran dificultades para reconocer el tipo de cresta una vez mutilada e incluso muchas personas piensan que los gallos de pelea carecen de crestas y barbillas.

Cresta de rosa

La cresta de rosa (Rose, en inglés) es baja, ancha y puntiaguda en la parte posterior. Su superficie superior está cubierta por pequeñas papilas o tubérculos que son mayores en los machos que en las hembras. La presencia de este tipo de cresta está controlada por un factor hereditario R completamente dominante. 
Los heterocigotos Rr+ solamente se pueden distinguir de los homocigotos RR mediante una prueba de descendencia.

Cresta de guisante

La cresta de guisante (Peanut, en inglés) es un tipo de cresta baja, con tres hileras longitudinales de papilas, siendo más destacada la hilera central. Es la cresta típica de las razas Cornish (Indian Game), Asil, Shamo, Tuzo y otras. Está controlada por un gen parcialmente dominante designado ​Las aves no portadoras: p+p+ tienen la cresta simple o de sierra, mientras que los heterocigotos Pp+ se reconocen por tener la hilera central de la cresta bien desarrollada, gruesa e irregular con las hileras laterales casi insignificantes, apareciendo sólo como nudosidades por lo que en algunos casos pueden confundirse con las crestas de sierra.​

La cresta de pavo o de nuez

(Walnut, en inglés) es un tipo de cresta muy pequeña, con una superficie desigual con pliegues irregulares como una fresa. Es un carácter típico de la raza Malaya y se debe a una interacción epistática del gen de cresta de guisante P con el gen de cresta de rosa R (Hutt). La herencia de estos caracteres está tan bien estudiada que sirve como ejemplo en los textos de genética.


QUE ES PELEA DE GALLOS

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Las peleas de gallos, como toda actividad ilegal, se lleva a cabo de forma sorpresiva. Estas peleas terminan cuando uno de los animales muere o ambos. El "foso" donde se realizan no permite que los animales escapen, por lo que, a pesar de haber sido criados para pelear, muchas veces deben continuar a pesar de estar cansados o malheridos.
Los espectadores apuestan grandes cantidades de dinero. El dueño del gallo ganador suele recoger una buena suma, por lo que muchos administran a los gallos esteroides y anfetaminas para que peleen más duro. También sucede que, para que la pelea sea más espectacular y los animales terminen de pelear más rápido, se equipe a una o ambas aves de espolones metálicos cortantes, u otros artilugios que hieran más profundo y terminen más rápido con el contendiente.
Las peleas entre las aves son muy sangrientas, y muchas veces los niños presencian estos espectáculos, alentados por los adultos que los llevan al palenque. Debido a esto, no es extraño que los niños se comporten de una manera violenta con los animales. Existen estudios que revelan que la violencia hacia los animales es un precursor de la violencia hacia las personas.
Las peleas de gallos deben detenerse porque imponen una cruel y violenta muerte sobre inocentes animales, y dañan la salud mental de los niños que las presencian.

LA CRIANZA DE LOS GALLOS

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El proceso de encastar a un gallo de pelea es una obra de arte que se lleva en la sangre. Es sinónimo de cría, valentía, lucha, poder, orgullo, placer de triunfar y también de sentir derrotas.
Este rito se inicia en las jaulas, donde un padrón (un gallo ganador) tiene el privilegio de cortejar dos gallinas finas a la vez. El padrón las puede pisar entre 30 y 40 veces en un día y cada gallina pone entre ochos y doce huevos y.
Los huevos son clasificados y pasan a la sala de maternidad donde son empollados y comienza el proceso de selección.
En un libro se lleva un record de cada animal donde son identificados individualmente con las distintas combinaciones de gallos y gallinas, fechas de incubación, huevos fértiles, fechas de nacimiento y cantidad de hembras y machos, alimentos y medicamentes que se les suministra, entre otros, con el fin de obtener buenos resultados en las peleas futuras.
Cuando son polluelos (siete meses) y han pasado por el proceso de selección, se les lleva a un corral hasta que desarrollen el instinto natural de peleadores.
Para que no se hagan daño se les separa en rejones (jaulas) individuales hasta que son llevados para desbarbar, descrestar y peluquear.
Los gallos finos no pelean con las gallinas, por el contrario las protegen y las celan. La crianza de un gallo fino cuesta un promedio de 120 mil pesos hasta cuando sale a su primera pelea (entre los ocho o doce meses).
En el proceso de levante, entre un gallo y su criador se despiertan sentimientos tan profundos como entre el hijo y el padre. El criador aprende a cacaraquear para comunicarse con su ejemplar, así como lo hace Zambrano Sáenz, cuando entra al corral.
Y si este ha sido un buen gallo, como aquel que ganó tres peleas en una solo noche y muere en el ruedo, se le embalsama para tenerlo como recuerdo permanente.
Los ageros.
Como en todo juego de azar los galleros también tienen sus creencias y amuletos. El escritor mexicano Juan Rulfo se refirió a la surte que generan las mujeres en las peleas de gallos. Las Caponeras no faltan en los palenques. Ellas tienen el halito que le lleva la surte al gallero, bien con un toque mágico al animal o permaneciendo a su lado.
Algunos rezan cuando calzan a los gallos, otros les ponen una cinta roja o negra en las espuelas y otros más alumbran una foto del gallo tres horas antes de la pelea. También hay quienes aprietan las patas con un dólar o un billete de mara, o quienes le dan un beso en el pico antes de salir a la valla.
Jerga de los galleros.
Así como en los toros o el lunfardo en los tangos, los galleros manejan su propio lenguaje. Estas algunas palabras:.
Gualero, apostador que no paga una apuesta. Este es rechiflado por los asistentes a la riña y sacado de la gallera definitivamente. En algunas ocasiones lo castigan físicamente y existen historias donde han perdido la vida. "La palabra del gallero es sagrada".
Corrido: gallo que huye.
Embotar: poner una bota o guante sobre la espuela cuando entrenan a un gallo.
Emplumar: periodo en el que el gallo cambia de plumas.
Culimbo: gallo sin cola.
Basto: gallos sin casta.
Careo: incitación al combate hecha por los galleros o los jueces.
Arrumacos: requiebros de amor, morisquetas amorosas que hacen los gallos arrastrando el ala.
Pata pioja: postizo que le ponen a los gallos sin espuelas.
Pulmonazo: espolazo que recibe el gallo en el pulmón y lo hace vomitar sangre.
Golpe de vista: golpe que priva al gallo momentáneamente.
Golpe de vaca: espolazo que recibe el gallo en el pecho y le llega hasta el corazón.
Pasadera: golpe que recibe el gallo en los ojos produciéndole perdida de la visión.
Morcillera: espolonazo que recibe el gallo a los lados del pescuezo o arriba del buche, formando hematomas.


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